En un lugar en medio de ninguna parte, cerca de un camino abandonado y olvidado por todos, se encuentra la Casa de la Desesperanza. Oscura y extraña; muy pocos conocen a ciencia cierta cuando se edificó, pero es evidente que muchos siglos han lamido ya sus muros.
En ella viven unas misteriosas y oscuras mujeres dotadas de poderes extraordinarios y un triste pasado al que están sujetas. Son almas oscuras, ancladas a un mundo sin luz y sin esperanza, suspirando por la vida que dejaron atrás en la tierra. Pequeñas y tristres brujas incomprendidas...
El Guardián
Al frente de la casa se encuentra el guardián: Un enigmático personaje del que pocos recuerdan su verdadero nombre. Es un espíritu viejo, tanto como el mundo, y muy poderoso. Durante muchos siglos ha asumido la misión de recoger las almas de aquellos que sufren para conducirlas al inframundo. En el ejercicio de esta labor reclutó a los espíritus de las mujeres que habitan la Casa de la Desesperanza.
Tras una larga temporada alejado de la Casa por motivos personales, ha vuelto con la intención de luchar contra su destino y permanecer junto a la mujer a la que ama.
Cassandra Átropos (pullip Zuora)
En una blanca isla al sur del Egeo, vieron la luz en torno al año 1600 a.c. las extrañas gemelas Kassandra y Maya Átropos. eras unas niñas especiales, con unos ojos poco comunes. Ya en su más tierna infancia mostraron sus capacidades para ver más allá del tiempo. Sus poderes psíquicos asombraron y asustaron en igual medida a los habitantes de la pequeña aldea. Sin embargo,mientras Maya centraba su especial visión en la predicción de acontecimientos favorables, la visión de Kassandra no hacía más que mostrarle dolor y desgracia y, por ese motivo, era odiada de una formas más o menos evidente por todos. Su hermana Maya era su única amiga y confidente.
Un día Kassandra tuvo un terrible sueño: un volcán cercano a su aldea entraba en erupción, de tal magnitud y violencia que provocaba una gran explosión que hacía saltar por los aires la mayor parte de su pequeña isla. Aturdida todavía por los gritos y llantos que aún retumbaban en su cerebro, relato su visión a su hermana. "Debemos avisar a los habitantes del pueblo para que se pongan a salvo", le aconsejó la bondadosa Maya.
Kassandra lo intentó con todas sus fuerzas, mas nadie la creyó y fue objeto de mofa. "Pequeña loca", la llamaban entre risas.
Pero el fatídico día llegó; el cielo se oscureció con grandes nubarrones y el volcán dormido despertó. Las gentes de la aldea descargaron su miedo en Kassandra. La acusaron de provocar la furia del volcán con sus poderes de bruja. Una turba enloquecida se plantó ante las puertas de la casita que habitaba junto a su hermana y la sacaron de ella arrastrándola del pelo. Su hermana Maya trató de defenderla. Las piedras que la gente enfurecida lanzaba a la pequeña Kas impactaron en su hermana y Maya murió en el acto. Kassandra lloró por la muerte de su hermana, nuevas visiones de desastre llegaron a su mente, pero su boca permaneció cerrada. Aquellos aldeanos no merecían salvar la vida.
Mientras las cenizas sepultaron su pueblo, Kassandra caminaba en silencio, como un pequeño fantasma blanco, hacía la llameante boca del volcán. Halló su destino en sus ardientes llamas. Cuando despertó en el mundo etéreo le aguardaba un extraño personaje masculino. Por primera vez recibió el cobijo y cariño que tanto había deseado tener en vida. Se había convertido en la primera habitante de la Casa de la Desesperanza.
Kassandra es la vidente del grupo de almas oscuras.
Uma Yoritomo (pulllip Mir)
Uma Yoritomo nació y creció en el Japón del período Kamamura. Fue la única hija de un pequeño señor de la guerra que extendía su poder a una pequeña región del Japón feudal. Su padre era muy querido y apreciado por los campesinos a los protegía, entre los que tenía fama de justo y honorable.
A pesar de su condición de mujer, Uma recibió una educación muy completa y esmerada: no sólo todo aquello que una doncella de la época necesitaba conocer, sino que también fue entrenada en las artes de la guerra. Su vida transcurría feliz al lado de su familia entre juegos y correrías por el apacible territorio dependiente de la casa señorial.
Sin embargo, todo cambió por completo el día en el que conoció a un apuesto joven, del que se enamoró perdidamente.
Su amor parecía crecer con las estaciones y Uma era inocentemente feliz.y aquella felicidad creció hasta el infinito cuando el joven guerrero le pidió que fuera su esposa.
Uma condujo al joven y su familia a presencia de su padre para negociar el matrimonio. Lo que Uma no sabía era que aquel amable joven era en realidad un sanguinario mercenario que la había utilizado vilmente para introducirse él y su pequeña banda en el pequeño palace de su padre.
El samurai mató salvajemente a toda su familia en presencia de Uma. Durante días la torturó cruelmente para después abandonarla en un pequeño bosque al apreciar únicamente un pequeño hálito de vida, esperando que las alimañas finalizaran con su trabajo. Pero el sentimiento de venganza y odio que había crecido en el maltrecho cuerpo de Uma alimentó sus ansias de vivir. Uma no murió en aquel bosque y, desde entonces, consagró su vida a convertirse en una dura mujer guerrera.
La venganza la guiaba y recorría los pueblos de Japón buscando al mercenario que destruyó todo aquello a lo que amaba. Después de muchos años y muchas luchas por fin lo encontró. Se enfrentó con él en un duelo a muerte que hizo temblar a la tierra y al cielo. Una herida mortal puso fin a la lucha. Uma murió por la mano de aquel al que tanto había amado.
A pesar de la muerte, la venganza seguía latiendo en su pecho y se convirtió en una Yukai, un espíritu vengador. Desde el mundo oscuro de los espectros maldijo al samurai y su familia. Al tiempo volvió a enfrentarse con su asesino. Esta vez Uma era verdaderamente poderosa y arrojó al Samurai al mundo de los espíritus, donde las almas de aquellos a los que había asesinado durante su vida consumaron su venganza.
Pero para Uma no era suficiente, arrastró con ella al hijo primogénito del samurai y lo confinó desde entonces en el mundo de los espíritus.
Conseguida su meta, Uma vagó sola durante siglos por el mundo espiritual hasta que sus pasos se cruzaron con los de El Guardián. Éste le ofreció una morada donde descansar su alma y Uma se unió a la reción inaugurada Casa de la Desesperanza.
Uma es un espíritu vengador que maneja a su antojo los portales entre mundos.
Laia Sorginaren (pullip Lunatic Queen)
Laia fue la hija de un acaudalado señor feudal de Europa central. Nació y creció rodada de mimos por parte de su padres y sus múltiples hermanos, con los que compartía juegos y duelos.
Laia era una chica inteligente y despierte, cursiosa por naturaleza y deseosa de conocimiento. Pero en un mundo de hombres el conocimiento no está al alcance de una mujer.
Sin embargo Laia había crecido entre hombres y por ello, era muy diferente del resto de muchachas de su edad. Había adquirido hábitos y costumbres masculinas que no ocultaba al resto. Por ello era objeto de crítica entre la pequeña corte del Ducado. Por más que lo intentara, Laia se aburría profundamente realizando aquellas actividades que se suponían propias de su género.
En la torre más alta del magnífico castillo de su padre Laia creó su secreto laboratorio. Alquimia, ciencia, libros mágicos, enigmáticas y poderosas palabras negadas a su sexo. Allí consumía las horas y los días, deseaba conocer y descifrar los misteriosos mecanismos que mueven el mundo, los engranajes en torno a los cuales gira la vida, los misterios del alma y el porqué de las cosas.
Laia se sabía inteligente, mucho más que muchos hombres, y eso la hacía parecer altiva y distante. No es de extrañar que los más tétricos rumores comenzaran a correr raudos por las tierras del Ducado: "La hija del Duque Sorginaren era una poderosa bruja, una hábil hechicera que traería la oscuridad, el hambre y la miseria".
Sin embargo, nadie osaba acusarla ante las autoridades de la Iglesia. El Duque y sus hermanos la protegían tenazmente.
Pasó el tiempo, la epidemia que asolaba Europa llegó al pequeño ducado. Sus habitantes comenzaron a morir por decenas. Nada ni nadie parecía frenar el mal que atacaba por igual al pobre y al rico. El padre de Laia enfermó gravemente. Desesperada, se encerró en la torre. Ante ella horas de intenso trabajo a la búsqueda de un remedio para la inmunda enfermedad que llenaba las calles de muertos.
No comía, ni dormía, los días se sucedían y el remedio no aparecía. Dejaba su laboratorio unas horas para permanecer al pie del lecho de su padre y, de éste, de nuevo al laboratorio.
En el décimoquinto día desde la llegada de la epidemia, los esfuerzos de Laia dieron frutos; había encontrado la cura. Corrió con ella hacía la habitación de su padre. Todos estaban en silencio: el Duque había muerto durante la noche.
El dolor paralizó a Laia. Del exterior llegaban unos gritos furiosos. Los habitantes del Ducado conocían la noticia de la muerte del Duque y clamaban por la vida de Laia. Ella era la bruja responsable de la epidemia, ella había traído la desgracia y la muerte y su padre el Duque ya no podía protegerla más.
Cansada y rota de dolor, Laia confió el antídoto a uno de sus hermanos y se entregó a la furiosa jauría, la bruja debía morir. Sus días acabaron en una pira prendida por aquellos a los que pretendía salvar de una muerte segura. El fuego lamió su carne y carbonizó sus pulmones pero también le otorgó el conocimiento que tanto deseaba. Su espíritu voló lejos, y en la oscuridad de los lugares espectrales encontró a El Guardían y se unió a su pequeño ejército de almas oscuras.
Laia es una poderosa bruja, especialista en pociones y alquimia.
Mina de Winter (pullip Neo Noir)
Laia era una chica inteligente y despierte, cursiosa por naturaleza y deseosa de conocimiento. Pero en un mundo de hombres el conocimiento no está al alcance de una mujer.
Sin embargo Laia había crecido entre hombres y por ello, era muy diferente del resto de muchachas de su edad. Había adquirido hábitos y costumbres masculinas que no ocultaba al resto. Por ello era objeto de crítica entre la pequeña corte del Ducado. Por más que lo intentara, Laia se aburría profundamente realizando aquellas actividades que se suponían propias de su género.
En la torre más alta del magnífico castillo de su padre Laia creó su secreto laboratorio. Alquimia, ciencia, libros mágicos, enigmáticas y poderosas palabras negadas a su sexo. Allí consumía las horas y los días, deseaba conocer y descifrar los misteriosos mecanismos que mueven el mundo, los engranajes en torno a los cuales gira la vida, los misterios del alma y el porqué de las cosas.
Laia se sabía inteligente, mucho más que muchos hombres, y eso la hacía parecer altiva y distante. No es de extrañar que los más tétricos rumores comenzaran a correr raudos por las tierras del Ducado: "La hija del Duque Sorginaren era una poderosa bruja, una hábil hechicera que traería la oscuridad, el hambre y la miseria".
Sin embargo, nadie osaba acusarla ante las autoridades de la Iglesia. El Duque y sus hermanos la protegían tenazmente.
Pasó el tiempo, la epidemia que asolaba Europa llegó al pequeño ducado. Sus habitantes comenzaron a morir por decenas. Nada ni nadie parecía frenar el mal que atacaba por igual al pobre y al rico. El padre de Laia enfermó gravemente. Desesperada, se encerró en la torre. Ante ella horas de intenso trabajo a la búsqueda de un remedio para la inmunda enfermedad que llenaba las calles de muertos.
No comía, ni dormía, los días se sucedían y el remedio no aparecía. Dejaba su laboratorio unas horas para permanecer al pie del lecho de su padre y, de éste, de nuevo al laboratorio.
En el décimoquinto día desde la llegada de la epidemia, los esfuerzos de Laia dieron frutos; había encontrado la cura. Corrió con ella hacía la habitación de su padre. Todos estaban en silencio: el Duque había muerto durante la noche.
El dolor paralizó a Laia. Del exterior llegaban unos gritos furiosos. Los habitantes del Ducado conocían la noticia de la muerte del Duque y clamaban por la vida de Laia. Ella era la bruja responsable de la epidemia, ella había traído la desgracia y la muerte y su padre el Duque ya no podía protegerla más.
Cansada y rota de dolor, Laia confió el antídoto a uno de sus hermanos y se entregó a la furiosa jauría, la bruja debía morir. Sus días acabaron en una pira prendida por aquellos a los que pretendía salvar de una muerte segura. El fuego lamió su carne y carbonizó sus pulmones pero también le otorgó el conocimiento que tanto deseaba. Su espíritu voló lejos, y en la oscuridad de los lugares espectrales encontró a El Guardían y se unió a su pequeño ejército de almas oscuras.
Laia es una poderosa bruja, especialista en pociones y alquimia.
Mina de Winter (pullip Neo Noir)
Un gran misterio cubre la historia de Mina. Muy poco se sabe de cómo llegó a ser una de las Damas Oscuras, tan sólo que es la única de las almas negras de la Casa de la Desesperanza que eligió conscientemente su destino. Mina nació en la Inglaterra Victoria en el seno de una familia acomodada y respetable de la burguesía londinense. Fue una niña callada y aplicada, muy tímida e introvertida. Desde muy joven manifestó una capacidad innata para comunicarse con aquellos que están al otro lado. Su tía Betsy, que se había convertido en un conocido personaje del mundo espirita londinense, se empeñaba en introducir a su sobrina en esos ambientes, muy a pesar de los rectos progenitores de Mina.Sin embargo, la vida de Mina habría sido de lo más anodina y convenional si no se hubiera curzado en su camino El Guardián. Mina guarda un terrible secreto y una profunda pena en su interior, que sus compañeras tan sólo pueden intuir.
Espera resignada el cumplimiento de su destino, mientras soporta el peso de la dirección de la Casa de la Desesperanza y el cuidado de las almas perdidas que en ella habitan.
Mina es una asombrosa medium y sensitiva, capaz de comunicarse con aquellos que se encuentran al otro lado.
Mandrágora - Lydia Kroeber (pullip Noir 2012)
Poseedora de una gran creatividad, espíritu artístico y curiosidad por el mundo paranormal, creó junto con su hermano Eric un pequeño grupo de rock gótico llamado "Dark Souls". Lo que comenzó siendo unos chicos de barrio jugueteando con unas guitarras se convirtió en una banda de éxito que fue poco a poco labrandose una importante reputación. Lydia y Eric se convirtieron en Mandrágora y Mort.
Las cosas parecían ir bien para los hermanos hasta que Melinda llegó a sus vidas. Aparentemente Melinda era una chica delicada e inocente, y esa inocencia es la que enamoró profundamente a Mort. Pero la realidad era muy diferente, el interior de Melinda era oscuro y terriblemente inhumano. Incapaz de amar, buscaba únicamente poseer y destruir el alma de Eric.
A pesar de su inocente apariencia, Mandrágora fue capaz de intuir la verdadera naturaleza e intenciones de la chica para con su hermano. Al destruir a Melinda, ésta la arrastró con ella al mundo oscuro. Lydia murió mientras intentaba proteger a Eric. Su espíritu llegó a la Casa de la Desesperanza con la convicción de que con la muerte de Melinda su hermano se encontraba por fin a salvo, pero el destino le reserva una desagradable sorpresa.
Lydia es conocedora de múltiples mancias y técnicas de adivinación.
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